Hoy tenemos el gusto de presentar un video promocional sobre las actividades que Ephícere realiza en el ámbito de la iluminación.

El video lo ha hecho de manera magistral nuestro buen amigo Angel Beldad y explica, de forma muy gráfica qué labores realizamos en iluminación.

Que lo disfrutéis…

De forma similar a las medusas o a los mosquitos, este mes de Agosto el Ministerio de Industria ha introducido en la factura de la luz un “discreto” cambio, con una “ligera” subida del recibo, amparándose (una vez mas) en el déficit de tarifa, justificándolo en gran medida por las primas a las renovables (otra vez mas).

Eso sí, nos lo hará saber en una carta, que no leeremos casi ninguno. Le hubiera bastado con decir “como estamos en crisis, hay que sacar tajada y estamos pelaos, hemos pensado que se lo vamos a colocar a usted, vamos como siempre”.

cartel peligroSi nos hacemos eco de las informaciones publicadas, el recibo para el pequeño consumidor “apenas” subirá un 3%, pero si focalizamos un poco la maniobra, es para echarse a llorar.

Pero la realidad para el pequeño consumidor es que subirá el término de potencia un 72% y bajará el término de energía un 22%. De esta forma, consumas o no, tendrás que pagar por el término de potencia mucho más de lo que venías pagando. Esto es, si te vas de vacaciones a partir de este mes de agosto, por muy apagada que dejes tu casa, desconectes el televisor, la nevera, etc., la factura que te llegará será más alta, pues la potencia contratada la pagas, consumas o no. El que tenga una casita en la playa o en el campo, o la casita del pueblo, que vaya preparando la billetera.

Imagino que habrán pensado “no vamos a penalizar a los centros comerciales y grandes consumidores que tienen más de 16 horas los equipos encendidos, no sea que se enfaden. Vamos a penalizar al que tenga un airecito acondicionado que lo ponga un par de horas, o a la pequeña empresa que necesita de algunos motorcillos para ejercer su actividad, que si se van a la quiebra, casi ni se nota”.

Pero esto es solo el principio. Incluso la OCU hace unos días que advertía que la subida del precio de la luz será mucho mayor que la anunciada, llegando en las viviendas a una subida de hasta un 50%.

Porque hay que remarcar (detalle que se le olvidó mencionar al gobierno) es que LA REVISIÓN DE LAS TARIFAS ES TRIMESTRAL, POR TANTO, EL TERMINO DE ENERGÍA, QUE SE ESTABLECE POR SUBASTA, VOLVERA A SUBIR, CON TODA SEGURIDAD, pero como el término de potencia ya nos lo han subido, sufriremos un incremento progresivo en nuestra factura eléctrica.

Lo mas sangrante llega a las tarifas 3.0 de baja tensión. El incremento de término de potencia que van a sufrir es de un 150% del que venían pagando. Ahí es nada. Eso si, reducimos el término de energía un 73%, para que vean que no todo es malo.calambrazo

De esta forma, ¿para qué intentar ahorrar energía, si resulta que consuma o no me van a pegar un puyazo como un piano con el término de potencia? Si señor, mirando al futuro, marca España. Además, como este país es bajo productor de energía y alto consumidor, o lo tomas o lo dejas. Ya puedes ir apagando el smartphone, que te va a salir mas caro cargar la batería que pagar la tarifa plana.

O sea, vamos a premiar a los que practiquen la eficiencia energética con un bonito tarifazo. Ahora resulta que el exceso de consumo es más rentable que el ahorro energético.

Esto obliga a todos los usuarios a revisar sus términos de potencia, tanto en baja, media y alta tensión, para ajustar su potencia a lo que realmente necesitan y no, como en muchas ocasiones, que se tiene contratado más de lo necesario. Como norma general suele ser así, pues asistimos generalmente a la famosa frase «más vale que sobre que no que falte«. Y eso lo saben las eléctricas y el ministerio y de ello se aprovechan.

Así pues, hoy más que nunca se hacede vital importancia:

  1. Revisar la tarifa contratada.
  2. Implementar medidas que ahorren energía y potencia.
  3. Cambio de sistemas ineficientes por sistemas eficientes (iluminación, climatización, etc.)
  4. Realizar seguimientos periódicos de los consumos eléctricos.

CONTACTA CON NOSOTROS. EN EPHÍCERE TE PODEMOS AYUDAR.

Como imagino que todo el mundo sabrá, el pasado 1 de Junio se aprobó en Consejo de Ministros, el RD 235/2013, que obliga a todo edificio o parte del mismo que se encuentre a la venta o en alquiler a exhibir el certificado de eficiencia energética del inmueble al comprador o arrendatario.

Esta medida afecta a:

  • Edificios de nueva construcción (ya era obligatorio antes).
  • Edificios o partes de edificios que se vendan o alquilen A UN NUEVO ARRENDATARIO, siempre que no se disponga de certificado anterior.
  • Edificios o partes de edificios con ocupación pública superior a 250 m².

La validez del certificado es de 10 años y debe gestionarla el propietario, aunque puede delegar las gestiones en un representante.

Para la obtención del certificado se tendrá que:

  • Contactar con un técnico competente autorizado a la realización del informe, que puede ser un ingenriero, ingeniero técnico, aparejador, arquitecto o arquitecto técnico. El técnico elaborará el informe, PREVIA VISITA AL INMUEBLE.
  • Una vez obtenido el certificado de Eficiencia Energética emitido por el técnico, se procederá a registrarlo en la Comunidad Autónoma donde se encuentre el inmueble, de forma telemática, salvo en casos excepcionales. Esto puede suponer un coste en tasas a abonar en algunas comunidades (en Madrid, por ejemplo, es gratuito).
  • Dos o tres días después, también de forma telemática, se puede descargar la etiqueta energética del inmueble, con su correspondiente número de registro.

Es sumamente importante la visita del técnico al inmueble a certificar. En Ephícere nos negamos a realizar ningún tipo de certificado SIN HABER VISITADO EL INMUEBLE PREVIAMENTE y haber tomado un mínimo de datos del mismo.

Parece ser que hay “técnicos” que prácticamente realizan la certificación de manera no presencial. Instamos a NO FIARSE de este tipo de certificaciones, pues restan credibilidad a la etiqueta, lo que, a la larga puede resultar perjudicial para el arrendador o vendedor, pues como mínimo penalizará su etiqueta energética, amén de las sanciones que ello puede conllevar.

El técnico debe valorar “in situ” la disposición de la vivienda, su orientación, sus posibles sombras, intentar saber de qué materiales está compuesta, qué instalaciones de refrigeración y calefacción tiene y cual es el rendimiento de las mismas.

A la larga, esto puede suponer un beneficio para el propietario, pues, por ejemplo, a igualdad de características y precios, a un arrendatario le interesará alquilar una vivienda con una etiqueta energética más favorable ya que su consumo energético será menor que otra que tenga una etiqueta energética peor.

Si está interesado en que realicemos su certificación energética, no dude en contactar con nosotros, estaremos encantados de atenderle.

Hoy, como cada 5 de marzo, se celebra el DÍA MUNDIAL DE LA EFICIENCIA ENERGÉTICA. Es un día que nos debe hacer reflexionar sobre el uso y la eficacia con la que empleamos la energía que consumimos.

Como venimos haciendo desde que comenzamos esta bitácora, entendemos que el uso racional y consciente de la energía, así como el empleo de energías renovables debe ser una prioridad tanto individual como colectiva, para garantizar un futuro limpio y sin escasez de recursos, con lo que ello implica.

Es más importante ahora, inmersos en una crisis sin precedentes, cuando debemos tomar conciencia de que actualmente disponemos del rentabilidadsuficiente conocimiento y tecnología como para reducir drásticamente nuestro consumo energético sin renunciar a nuestro bienestar actual, esto es, haciendo un consumo inteligente de nuestros recursos.

Desde muchas instituciones se está abogando por dar un mensaje alto y claro sobre la importancia del ahorro energético, pero en muchas ocasiones da la sensación de ser un mero escaparate propagandístico y que no hay una voluntad real de llevar a efecto una verdadera política de ahorro energético. Imagino que la presión de los grandes lobbys energéticos y el propio interés económico tendrán algo que ver en todo ello (consumir menos kilovatios hora significa ingresar menos euros en las arcas del estado, ya maltrechas por la crisis).

De hecho, desde hace más de 6 meses se realizó la transposición de la Directiva Europea 2010/31/UE, mediante un proyecto de Real Decreto sobre Certificación Energética de Edificios Existentes, que tenía que haber entrado en vigor el 1 de Enero del presente año.

En muchos países europeos ya es obligatorio este certificado. En Portugal, por ejemplo, que es obligatorio desde 2007, se han certificado ya más de 500.000 edificios, suponiendo ahorros de hasta el 50% del consumo de la instalación en algunas ocasiones.etiqueta

Por otro lado, tenemos también el Real Decreto sobre Balance Neto, que regula las condiciones técnicas, económicas y administrativas para instalaciones de generación eléctrica destinadas al autoconsumo, con una potencia inferior a 100 kW (principalmente energía solar fotovoltaica y microcogeneración).  Pese a que el RD 1699/2011 establece dicha regulación,  está pendiente de aprobar la norma que indique las condiciones técnicas necesarias para dichas conexiones y la regulación de un modelo de balance neto adecuado a las características del sistema eléctrico nacional.

Estos motivos hacen que sea crítico con la verdadera implicación de las Administraciones a la hora de tomar en serio medidas globales de ahorro.

En el ámbito privado, sin embargo, al ser quien padece las consecuencias de los sobrecostes energéticos que tiene por una deficiente eficacia de sus equipos, se ha puesto las pilas y ha empezado a realizar acciones que le supongan un ahorro energético y, en consecuencia, un ahorro económico.tubo led foto tubo con ephicere

Pero la medida estrella que han tomado muchos ha sido la sustitución de luminarias convencionales por luminarias LED, tanto en interior como en exterior. Y en este caso queremos hacer dos puntualizaciones:

  • La tecnología LED es una tecnología muy reciente en su aplicación a iluminación (aunque esta tecnología se aplica desde hace más de 30 años. Y se está instaurando como la historia de la pastilla blanca de la mili, que te la daban ya fuese un catarro, un esguince o un edema pulmonar. El LED no siempre es la panacea, hay otros tipos de iluminación que son similares en consumo energético y con menor coste, lo que produce que el periodo de amortización sea muy inferior al LED. Es conveniente realizar un ESTUDIO DE ILUMINACION, para valorar las posibilidades de cada espacio y ver la que mejor y más económicamente nos satisfaga.
  •  Por otro lado, el mercado de LED está actualmente masificado. La práctica totalidad de los equipos proceden del mercado asiático y existen LEDs de alta calidad, que suelen ser muy caros, y LEDs de calidad muy cuestionable, cuyo precio es muy bajo, pero cuyos parámetros lumínicos o de durabilidad están por debajo de los mínimos indispensables. Conozco algunas personas que se han ido a China, han fletado un barco lleno de LEDs y lo han vendido en España a muy bajo coste y luego “si te visto no me acuerdo”.

En definitiva, solo me queda una reflexión:

 ¿Realmente remamos todos en la misma dirección?

Estos días atrás se celebró en Madrid, en el IFEMA, el Salón Internacional de Soluciones para la Industria Eléctrica y Electrónica (MATELEC).

En él tuvimos el enorme placer de asistir al encuentro convocado por Schneider Electric, al ser miembros activos de una de las 183 empresas que conformamos la red ECOXPERT a nivel nacional.

Como ya comentamos en nuestra entrada ¡¡¡HACIENDO COMUNIDAD!!!, el programa ECOXPERT está compuesto por 183 empresas a día de hoy, expertos en calidad, innovación, eficiencia energética y energías renovables, avalados por una solvente compañía como es SCHNEIDER ELECTRIC.

Resultó altamente gratificante compartir un interesante workshop que fomentó la sinergia entre los que constituimos esta comunidad, desde instaladores, integradores y expertos en eficiencia energética, de todas partes de España.

Fue una mañana dinámica, donde pudimos contrastar experiencias y conocimientos, con el firme propósito común de una premisa fundamental. EL FUTURO ESTÁ EN EL AHORRO ENERGÉTICO.

El nuevo showroom virtual permite conocer un poco más en profundidad qué es esta red de partners EcoXpert y dónde puede encontrar uno. Por supuesto, nosotros aparecemos en el mapa, donde podéis localizarnos. Somos los únicos en San Sebastián de los Reyes.

 VISITA EL SHOWROOM Y SACALE PARTIDO A LA EFICIENCIA

Estos días atrás me tocó sacrificar un día de descanso para hacer la limpieza integral del frigorífico de casa. Mientras estaba “a la faena” pensé en lo agradecido que es este electrodoméstico y lo poco que, en ocasiones, lo cuidamos. Así, me planteé hacer una entrada para ofrecer algunos consejos de cómo y por qué poner nuestra nevera en “estado operativo”, o como decía un buen amigo mío “ponerlo en órbita”.

El frigorífico es el “líder” de los electrodomésticos que tenemos en casa. Pese a no tener una potencia alta (unos 200  watios), su funcionamiento casi constante le convierte en el equipo con mayor consumo energético de la vivienda, con un 18,9% de la facturación eléctrica, según datos facilitados por el IDAE, tal como reflejamos en nuestro estreno en el blog, “El consumo energético en el sector residencial”.

En función del consumo eléctrico, los electrodomésticos tienen el consumo que reflejamos en la siguiente tabla.

Así pues, si queremos ser eficientes y ecológicos debemos empezar por él.

A la hora de adquirir un frigorífico

 Ya estamos todos familiarizados con la etiqueta energética, que forma parte de nuestra cultura actual.

 Los frigoríficos domésticos suelen tener la calificación A+, A++ y A+++. En función de la calificación energética, tendríamos que:

  • Un frigorífico de la clase A+ consume un 42% de lo que consumiría el mismo equipo de clase D-E, es decir, un ahorro de un 58%.
  • Un frigorífico de la clase A++ consume un 30% de lo que consumiría el mismo equipo de clase D-E, es decir, un ahorro de un 60%.
  • Un frigorífico de la clase A+++ consume un 24% de lo que consumiría el mismo equipo de clase D-E, es decir, un ahorro de un 76%.

 Lógicamente, cuanto mayor es la calificación energética, mas caro es el electrodoméstico.

 El caso particular de los refrigeradores es que en ocasiones se pueden mostrar hasta 10 clases de eficiencia, como es en los equipos de refrigeración por absorción. Estos equipos funcionan con tecnología distinta a los convencionales, que son de compresión. Su principio de funcionamiento los hace más silenciosos.

Número de estrellas de un frigorífico

 Sabemos que a mayor número de estrellas en el equipo, mayor es la calidad del electrodoméstico, pero a menudo no sabemos qué significa cada estrella. El número de estrellas indica la capacidad de conservación y congelación de los alimentos, tanto en temperatura como en número de días.

 Cada estrella que tenga el refrigerador equivale a -6º C. Así pues, en función del número de estrellas tendremos que:

 También es importante la capacidad del frigorífico y el número de usuarios que lo van a utilizar habitualmente. Siempre tendemos a sobredimensionar el tamaño del equipo, mediante la premisa “mejor que sobre que no que falte”. El problema, aparte del sobrecoste de adquisición de un equipo más grande, es que si el frigorífico está lleno “a medias” desaprovechamos el frío generado por el equipo y el enfriamiento es más ineficiente.

 A modo de resumen de compra, los tipos más usuales de frigoríficos y sus características se resumen en la siguiente tabla (hacer clic en la imagen para agrandarla):

Mantenimiento y trucos para una mejor eficiencia de nuestro frigorífico

 A pesar de requerir un mantenimiento mínimo, podemos optimizar mejor el rendimiento de nuestro equipo con pequeños gestos y recomendaciones, para algunos conocidas ya.

  •  Es recomendable ubicar el aparato en la pared norte de la vivienda, alejado de fuentes de calor, en lugar fresco y bien ventilado. Habitualmente esta solución no es sencilla, debido a que solemos “encastrar” nuestro equipo en la cocina, pero si se tiene la posibilidad, se pueden conseguir importantes ahorros. No obstante, para una buena refrigeración del condensador, debemos separar el frigorífico de la pared al menos 15 centímetros.
  • Colocar los alimentos de forma que el aire pueda circular libremente por todas sus paredes. Esto facilita el tiempo de enfriamiento del alimento introducido. En los frigoríficos “combi” la parte inferior del frigorífico es la parte mas fría del mismo.
  • Abrir la puerta del equipo únicamente cuando haga falta y durante el tiempo necesario. En muchas ocasiones, abrimos la puerta de la nevera y nos quedamos tranquilamente decidiendo el menú de hoy, o la merienda de los niños. Según el Ministerio de Industria, este simple gesto de pensar qué comer o qué beber, genera unas pérdidas de frío en las neveras de un 7%.
  • Si el frigorífico no es “no frost”, se debe descongelar el congelador cuando las paredes del mismo alcancen un grosor máximo de unos 3 mm. Una capa de 3 mm de espesor de escarcha incrementa en un 30% el consumo del frigorífico.
  • Ajustar el termostato para que la temperatura en el frigorífico se sitúe entre 4 ó 5º C y la del congelador entre los –15 y –18º C. Temperaturas inferiores resultan inútiles para conservar los alimentos y el consumo de energía se incrementa un 5% más por cada grado menos que le añadamos.
  • Una vez al año debemos limpiar el condensador, o sea la parrilla de la parte posterior del frigorífico, pasándole la aspiradora con el fin de eliminar el polvo que se acumula en ella y que provoca su actuación como aislante y dificulta la transmisión de calor.
  • Vigilar el estado de las gomas de las puertas y comprobar su cierre hermético.
  • No colocar alimentos calientes en el frigorífico.

 Un truco muy interesante, en lugar de descongelar el alimento a temperatura ambiente, es descongelar los alimentos congelados en la nevera al menos 24 horas antes de ser consumidos. De este modo tendremos ganancias de frío, emitidas por el producto congelado, evitando así que se ponga en funcionamiento el compresor.

Cuales son las causas mayores de pérdidas de frío

 La causa principal de pérdida de frío de un frigorífico es el aislante del mismo. Los frigoríficos de más calidad cuentan con mejores aislamientos de sus equipos.

 Como podemos ver en el dibujo, la principal causa de la pérdida de frío de un frigorífico o congelador se debe al aislante. Así, las clases más eficientes cuentan con mejor aislamiento de los equipos. En orden descendente, luego está el introducir los alimentos calientes en su interior, que eso ya es cosa nuestra y hemos comentado anteriormente, el hermetismo del la junta de la puerta, el número de aperturas y el tiempo de apertura de las puertas del frigorífico y luego pérdidas diversas.

Hemos podido ver como, con unas simples pautas y un mínimo esfuerzo, podremos ahorrar energía y conseguiremos alargar la vida útil de nuestro electrodoméstico.

Siguiendo con nuestro artículo anterior, en el que indicábamos qué era la eficiencia energética, a grandes rasgos, rescatamos el concepto de dónde empieza la eficiencia energética y qué podemos conseguir con ello.

Partiendo de nuestro axioma, que dice que “eficiencia energética es la relación entre el Máximo Confort con el Mínimo Consumo” o la “Máxima Calidad con el Mínimo Coste”.

En primer lugar, todo parece indicar que lo primero que tenemos que saber es CUANTO gastamos. Los “muchos”, los “pocos”, los “bastantes” y los “demasiados” no son sistemas de medida que nos puedan arrojar un dato lo suficientemente fiable como para establecer una comparativa en el tiempo.

Así pues, la premisa primordial es MEDIR. No importa de lo que estemos hablando. En definitiva, medir se basa en comparar algo con un patrón establecido y en nuestro caso puede ser comparar nuestro consumo mensual con respecto al mes anterior, en parecidas circunstancias de uso.

Generalmente, cuando hablamos de ahorro energético, hablamos de calor, de energía eléctrica, de combustible, de agua.

Para hacernos una idea de lo que consumimos, podemos tomar como referencia de uso estos medidores (que casi todos tenemos en nuestras viviendas). Ellos nos sirven para darnos una idea de la cantidad energética que consumimos en un intervalo determinado de tiempo.

Pero estas lecturas nos indican exclusivamente la cantidad de energía que hemos gastado durante un período de tiempo, pero no nos van a facilitar muchos datos más.

Para conocer datos más profundos requeriremos equipos más sofisticados que nos arrojen algo más de luz sobre nuestro entorno. A título meramente informativo, mostramos algunos de los más usuales utilizados en una auditoría energética.

Generalmente, los equipos de medida con cierta precisión son muy caros para instalar en una instalación individual, aunque en ocasiones se están empezando a comercializar equipos a muy bajo coste (el analizador de redes empotrado en carril DIN, por ejemplo).

Una vez que sepamos lo que consumimos debemos de plantearnos dónde y como reducir nuestro consumo energético. Podemos tomar las siguientes medidas.

  1. Analizar el sector al que nos estamos dirigiendo. No es lo mismo el consumo que hay en una vivienda, que en una oficina o una industria. Las posibilidades de ahorro siempre son distintas, tanto a nivel de sector genérico como de zona climática, pero sobre todo a nivel individual.
  2. Análisis de nuestro consumo, hábitos de consumo y costumbres “poco energéticas”. Equipos de climatización o calefacción encendidos sin ningún tipo de regulación, iluminación excesiva o poco eficiente, sistemas de agua poco eficaces, así como un nulo control de nuestros sistemas provocan un chorreo permanente de gasto energético y, consecuentemente, de dinero.
  3. Promover el ahorro energético con medidas sencillas y de coste ínfimo e incluso nulo. Echarle imaginación, aplicar sentido común. Gestos como subir un grado el termostato de la refrigeración o bajarlo un grado el de la calefacción puede suponer un importante ahorro sin una merma de confort significativa. Flexibilizar el encorsetamiento de corbatas y chaquetas en verano, fomentar la ventilación natural a primera hora de la mañana y última de la tarde (incluso ventilación nocturna) con el fin de reducir la carga térmica de la estancia o edificio.
  4. Analizar nuestra tarifa energética. No siempre tenemos la que más nos conviene, e incluso tenemos contratada más de la necesaria para evitar tener problemas de cortes de luz o de sobrecostes por exceso de potencia. Un histórico de nuestra facturación energética nos ayuda a desvelar algunas claves estacionales de nuestro consumo. No obstante, nos interesa conocer nuestra curva diaria de consumo, para saber dónde y cuando consumimos más y estudiar la forma que hay de poderla reducir. Verifiquemos que los consumos que nos marca la factura son reales y no son solo los que dice la compañía energética.
  5. Evitar los consumos pasivos. Generalmente, un 30-40% de los consumos que se producen suelen producirse en horas de “no utilización”. Es decir, derrochamos energía a mansalva. Es importante monitorizar para conocer qué sistemas están operando y cuando.
  6. Evitar la energía reactiva y los armónicos. La energía reactiva es una energía que no se utiliza. Viene motivada por arranques de equipos eléctricos y electrónicos, como motores, equipos informáticos, fluorescencias, etc. La energía reactiva desvirtúa la calidad de la red, provoca calentamiento de los cables y está fuertemente penalizada por las compañías eléctricas. En cuanto a los armónicos, producen fluctuaciones en la red que pueden llegar a provocar el mal funcionamiento de equipos electrónicos. Debemos “limpiar” nuestra red eléctrica para un mejor aprovechamiento de la misma.
  7. Concienciación, información. Ser realistas de que los costes por consumo energético siempre van a subir. Tomar conciencia de que todo lo que podamos reducir irá en nuestro propio beneficio.

Hacer partícipes a nuestro entorno de nuestros objetivos, nuestros logros, nuestras medidas a tomar. Implicar al personal a nuestro cargo, con información y participación proactiva del personal.

Actualizarse con métodos y recursos a implementar. Pequeños “trucos” para reducir energía, sopesar la posibilidad de implantar energías renovables, controlar y sistematizar nuestros sistemas.

Desde que habilitamos esta bitácora, nunca habíamos hablado de forma sencilla y amena sobre nuestra labor: la eficiencia energética.

Hoy queremos tocar un poco el por qué de la eficiencia, qué es y para que sirve y que, en contra de lo que mucha gente cree, la eficiencia energética puede ser económica y sobre todo rentable. En posteriores entradas abundaremos más sobre algunos temas, pero como toma de contacto es importante contar con unos conceptos sencillos y claros.

Corren tiempos en los que, lamentablemente, el impulso económico de este país no llega y parece que únicamente consiguiendo abrir mercado lograremos salir de este bache. Pero no hay que olvidar que en cualquier cuenta de resultados, ya sea la de Microsoft, como la de Pepín Pobrete, el principio del beneficio es el mismo. Beneficio es la diferencia entre el ingreso y el gasto.

Así pues, puedes obtener el mismo beneficio ingresando 100 y gastando 70 (beneficio de 30) que ingresando 70 y gastando 40 (beneficio de 30). Lo ideal sería un ingreso de 100 y un gasto de 40, ese debe ser nuestro objetivo.

Tenemos la falsa idea que la energía y el agua son fáciles de conseguir, pues no tenemos más que abrir el grifo para que salga agua, si lo giramos a la izquierda además la obtendremos caliente, y que enchufamos la tele y tenemos electricidad. Pero el proceso de generación, transporte y distribución de la energía es mucho más complejo que todo esto.

El modelo energético actual, eso no se le escapa a nadie, está abocado a un estrepitoso fracaso. Somos conscientes de que hay escasez de petróleo, de que no tenemos demasiada agua y de que, cada dos por tres, nos suben el recibo de la luz.

Además, el coste medioambiental que esto supone es gravísimo, somos parte responsable del cambio climático, del calentamiento global y de la polución masiva en las ciudades, hipotecando el futuro de las próximas generaciones por un mal interpretado confort.

Es algo está en nuestra conciencia, pero de forma muy amortiguada, como si no quedase otro remedio que asumir el coste que hay y que, si queremos seguir con nuestro actual ritmo de vida, estamos obligados a consumir esa energía.

La tecnología actual y los conocimientos adquiridos hacen que podamos tener ese “bienestar” sin necesidad de derrochar energía.

El concepto de la eficiencia energética es el siguiente: se trata reproducir luz o calor o frío necesarios, con un consumo mínimo de combustible es decir sacar el máximo partido posible de la energía.

Es habitual pensar que para cubrir nuestras necesidades necesitamos una cierta cantidad de kWh o de m³ de gas natural, pero eso no es cierto. Lo que en realidad necesitamos es agua caliente para ducharnos, luz para poder leer el periódico tranquilamente a una temperatura confortable.

Podemos leer el periódico de igual forma con una lámpara incandescente que con una de bajo consumo, o con un fluorescente, o una lámpara LED. El efecto es el mismo, leer el periódico, el coste que nos producirá será menor en función de la tecnología que empleemos. En eso consiste la práctica de la eficiencia energética: empezamos por considerar nuestras necesidades y luego estudiar como pueden ser satisfechas con el menor gasto posible energía de fósil.

Desde Ephícere entendemos la eficiencia energética con una simple relación.

 

 

 

La eficiencia, como veremos en posteriores entradas, puede ser aplicada en todas las facetas de nuestra vida, no solo en el ámbito laboral o en el doméstico. Una puerta mal cerrada puede producirse en una oficina, un taller, una casa, un comercio, un cuartel o una iglesia. El efecto siempre es el mismo. El calor va a donde no debe. En verano se nos cuela y en invierno se nos escapa.

La labor de Ephícere en este sentido es precisamente conocer DONDE se están produciendo los derroches energéticos y PONERLES REMEDIO a precio razonable, en ocasiones con medidas gratuitas (no sabéis la cantidad de hábitos, soluciones y medidas que se pueden tomar o cambiar con un coste ínfimo o sin coste alguno).

De eso se trata. De sacarle partido a nuestros equipos, de implementar soluciones y hábitos que hagan que nuestra facturación energética se vea reducida de forma drástica y nos libere un poco del ahogo que cada fin de mes sufrimos en nuestra economía.

SER RESPONSABLES DE NUESTRO CONSUMO ENERGÉTICO NOS AYUDA A NO DETERIORAR MAS EL MEDIO AMBIENTE, NOS AHORRA DINERO Y NUESTROS EQUIPOS DURAN MAS.

¡¡¡TODO VENTAJAS!!!

Ayer tuvo lugar la primera jornada del 5º workshop Atlántico sobre Economía Energética y Ambiental que se celebra con carácter bianual en isla de La Toja (Galicia).

En él se propuso la implantación de un impuesto de eficiencia energética sobre la edificación, ya sea de nueva construcción como existente.

La idea se basa en aplicar impuestos basados en la calificación energética de los edificios, de forma que paguen más los que peor calificación energética tienen, beneficiando así a los edificios más eficientes, con el objetivo de que la mayoría de edificios consigan la máxima aproximación a la categoría A que estaría exenta de tasas.

A favor de esta iniciativa se mostraron Xavier Labandeira, catedrático de economía por la universidad de Lugo y Pedro Linares, Subdirector de Asuntos Económicos y Relaciones Institucionales de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería ICAI de la Universidad Pontificia Comillas, e investigador del Instituto de Investigación Tecnológica (IIT).

Según Pedro Linares, “una de las grandes lagunas en la eficiencia energética en España se focaliza en el sector de la edificación”. Por ello, aboga por imponer una tasa a los edificios más ineficientes que repercutiría directamente en los propietarios de los inmuebles y en los promotores. Además ha enfatizado en que “a la hora de comprar una vivienda, lo último de lo que se preocupa el cliente es de la cantidad de energía que consume, aunque al final la termine pagando. La idea es que el dato del consumo energético de la vivienda sea un factor determinante a la hora de adquirir una.

Xavier Labandeira subrayó que esta medida “no tiene carácter recaudatorio” ya que, de aplicarse, no conseguiría grandes inyecciones monetarias, sino que se pretende que tenga “carácter incentivador” ya que las políticas de incentivación de ahorro no han terminado de funcionar, no solo en España, sino en todo el mundo. La aplicación de la tasa sería sencilla, en el momento en que se fomente la obligatoriedad del Certificado Energético del Edificio y que sería un importante impulso en el sector de la construcción en materia de rehabilitación y además por estar vinculada a los impuestos locales.

Pedro Linares destacó que España es “mucho más ineficiente” en el uso de la energía que los países de su entorno, debido en parte a su modelo de desarrollo económico pasado, centrado básicamente en la construcción de viviendas e infraestructuras. Incluso ahora, en este período de contracción económica, seguimos sin aproximarnos a la media europea, especialmente en los sectores de edificación y transporte.

En EPHICERE creemos que cualquier medida encaminada a reducir nuestro consumo energético debe partir directamente de la concienciación social y no puede venir por la amenaza de un nuevo impuesto que, al final, soporta el comprador/usuario de la vivienda.

Lamentablemente, en muchas ocasiones es la única forma de conseguir cambiar una conciencia global, me permito el símil automovilístico actual. Desde la implantación del carnet por puntos, la tasa de siniestralidad ha descendido un 46.

No obstante, la instauración de una norma más rígida que no permita construir sin cumplir unos mínimos de ahorro energético más restrictivos, para la vivienda en construcción, la obligatoriedad de la implantación de la etiqueta energética en edificios existentes, que ayude a disuadir al comprador de una vivienda, en el caso del mercado de segunda mano, son medidas más razonables para fomentar esa concienciación global de ahorro, que la “recurrida” educación a base de impuestos.

Llega el calor, y con él nuestros precios de consumo eléctrico motivados por el uso de equipos de acondicionamiento de aire.

Con la intención de intentar minimizar el impacto que esto supone en la factura de la luz, avanzamos algunos consejos para sacarle más rendimiento a nuestra instalación.

En primer lugar y como consejo para todos, es recomendable el uso del ventilador. El movimiento de aire provoca sensación de frescor, de hasta un 5% de la temperatura que hay en el recinto. Hacerlo a primera y última hora de la tarde puede suponer arrancar los equipos de climatización más tarde.

Si aún no has adquirido un equipo de aire acondicionado, recomendamos decantarse claramente por un equipo cuya etiqueta energética se A+ o A++. Estos equipos suelen ser un poco mas caros pero a la larga resultan mucho más rentables que otros con otra calificación energética más baja.

Los equipos con denominación “INVERTER” tienen la ventaja de ir dotados de dispositivos de velocidad variable, que permite que el equipo disminuya su potencia frigorífica para adecuarla a las condiciones requeridas en el momento, sin ocasionarle una pérdida de rendimiento significativa, evitando de este modo paradas de funcionamiento y posteriores arranques del compresor, que son los que motivan principalmente los picos de consumo del sistema.

Una vez adquirido el equipo, resulta recomendable que sea instalado en la fachada cuya influencia del sol sea la menor posible (preferentemente en la fachada orientada al norte) o protegerlo de los rayos del sol que puedan incidir directamente en él). De este modo el salto térmico será menor y la potencia necesaria disminuirá.

Ajustar el termostato a una temperatura no inferior a 25º C. La diferencia de temperatura entre el interior y el exterior no debe ser mayor de 12º C, con peligro para la salud, ya que el contraste que supone para el cuerpo humano el tener que adaptar sus condiciones a dos ambientes tan diferenciados pudiendo causar trastornos. Además, el consumo aumenta un 10% por cada grado de temperatura, esto es, cada grado menos de temperatura supone un incremento de consumo de un 10%.

Limpieza periódica de los filtros. La acumulación de polvo y suciedad facilita la aparición de gérmenes y obliga al ventilador a trabajar por encima de lo necesario, forzando su funcionamiento y aumentando el consumo energético. La limpieza es muy sencilla, tan solo con agua y se debe realizar al menos una vez o dos al mes.

Si el equipo dispone de funciones de encendido y apagado automático y otras funciones que contribuyan a aumentar el confort y el ahorro energético, utilícelas. ¡¡Sáquele el máximo partido a su equipo!!

Mantener el termostato alejado de fuentes de calor, como pueden ser lámparas incandescentes, etc. Evitar que los rayos del sol incidan en el termostato para evitar que opere con lecturas falsas, desvirtuando su funcionalidad.

Refrigerar las estancias a primera y última hora del día con ventilación exterior, abriendo puertas y ventanas. Es gratis y colabora para conseguir el enfriamiento de los elementos de la estancia que, al tener mayor inercia térmica, más tardarán en calentarse cuando empiece la sala a coger temperatura.

Evitar que el aire acondicionado esté encendido mientras están abiertas las ventanas y las puertas. Desconectar el aire acondicionado cuando no haya nadie en la estancia durante periodos superiores a 5 o 10 minutos.

Disfrutemos con cabeza.