Posts Tagged ‘calor’

Tenía muchas ganas de hacer esta entrada, sobre todo después de haber recibido por los diversos canales (facebook, whatsapp, mail) algunas “pseudomedidas de ahorro energético” que, sin pies ni cabeza, ahorraban energía de manera milagrosa. Incluso venciendo mi reticencia inicial, me animé a ponerlas en práctica, pese a que la gran mayoría carecen de lógica física, con el consiguiente fracaso y pérdida de tiempo.

Y, como dijo filósofo Diógenes, el movimiento se demuestra andando, he realizado un video sobre una medida de ahorro energético con explicación física y que desde hace más de 2 años tengo puesta en casa y que funciona.

En el video he pretendido, de manera muy rústica pero muy clara, daros un ejemplo de que la eficiencia energética puede llegar a ser muy rentable. El coste de esta medida es prácticamente nulo.

Desde que la pusimos hemos notado que la factura de calefacción ha descendido en torno a un 15-20%, un ahorro de 500 kWh, 35 € cada 2 meses, IVA incluido.

Lo comparto con vosotros, para que lo apliquéis y empecéis a ahorrar dinero, que está la vida muy achuchada.

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Desde que habilitamos esta bitácora, nunca habíamos hablado de forma sencilla y amena sobre nuestra labor: la eficiencia energética.

Hoy queremos tocar un poco el por qué de la eficiencia, qué es y para que sirve y que, en contra de lo que mucha gente cree, la eficiencia energética puede ser económica y sobre todo rentable. En posteriores entradas abundaremos más sobre algunos temas, pero como toma de contacto es importante contar con unos conceptos sencillos y claros.

Corren tiempos en los que, lamentablemente, el impulso económico de este país no llega y parece que únicamente consiguiendo abrir mercado lograremos salir de este bache. Pero no hay que olvidar que en cualquier cuenta de resultados, ya sea la de Microsoft, como la de Pepín Pobrete, el principio del beneficio es el mismo. Beneficio es la diferencia entre el ingreso y el gasto.

Así pues, puedes obtener el mismo beneficio ingresando 100 y gastando 70 (beneficio de 30) que ingresando 70 y gastando 40 (beneficio de 30). Lo ideal sería un ingreso de 100 y un gasto de 40, ese debe ser nuestro objetivo.

Tenemos la falsa idea que la energía y el agua son fáciles de conseguir, pues no tenemos más que abrir el grifo para que salga agua, si lo giramos a la izquierda además la obtendremos caliente, y que enchufamos la tele y tenemos electricidad. Pero el proceso de generación, transporte y distribución de la energía es mucho más complejo que todo esto.

El modelo energético actual, eso no se le escapa a nadie, está abocado a un estrepitoso fracaso. Somos conscientes de que hay escasez de petróleo, de que no tenemos demasiada agua y de que, cada dos por tres, nos suben el recibo de la luz.

Además, el coste medioambiental que esto supone es gravísimo, somos parte responsable del cambio climático, del calentamiento global y de la polución masiva en las ciudades, hipotecando el futuro de las próximas generaciones por un mal interpretado confort.

Es algo está en nuestra conciencia, pero de forma muy amortiguada, como si no quedase otro remedio que asumir el coste que hay y que, si queremos seguir con nuestro actual ritmo de vida, estamos obligados a consumir esa energía.

La tecnología actual y los conocimientos adquiridos hacen que podamos tener ese “bienestar” sin necesidad de derrochar energía.

El concepto de la eficiencia energética es el siguiente: se trata reproducir luz o calor o frío necesarios, con un consumo mínimo de combustible es decir sacar el máximo partido posible de la energía.

Es habitual pensar que para cubrir nuestras necesidades necesitamos una cierta cantidad de kWh o de m³ de gas natural, pero eso no es cierto. Lo que en realidad necesitamos es agua caliente para ducharnos, luz para poder leer el periódico tranquilamente a una temperatura confortable.

Podemos leer el periódico de igual forma con una lámpara incandescente que con una de bajo consumo, o con un fluorescente, o una lámpara LED. El efecto es el mismo, leer el periódico, el coste que nos producirá será menor en función de la tecnología que empleemos. En eso consiste la práctica de la eficiencia energética: empezamos por considerar nuestras necesidades y luego estudiar como pueden ser satisfechas con el menor gasto posible energía de fósil.

Desde Ephícere entendemos la eficiencia energética con una simple relación.

 

 

 

La eficiencia, como veremos en posteriores entradas, puede ser aplicada en todas las facetas de nuestra vida, no solo en el ámbito laboral o en el doméstico. Una puerta mal cerrada puede producirse en una oficina, un taller, una casa, un comercio, un cuartel o una iglesia. El efecto siempre es el mismo. El calor va a donde no debe. En verano se nos cuela y en invierno se nos escapa.

La labor de Ephícere en este sentido es precisamente conocer DONDE se están produciendo los derroches energéticos y PONERLES REMEDIO a precio razonable, en ocasiones con medidas gratuitas (no sabéis la cantidad de hábitos, soluciones y medidas que se pueden tomar o cambiar con un coste ínfimo o sin coste alguno).

De eso se trata. De sacarle partido a nuestros equipos, de implementar soluciones y hábitos que hagan que nuestra facturación energética se vea reducida de forma drástica y nos libere un poco del ahogo que cada fin de mes sufrimos en nuestra economía.

SER RESPONSABLES DE NUESTRO CONSUMO ENERGÉTICO NOS AYUDA A NO DETERIORAR MAS EL MEDIO AMBIENTE, NOS AHORRA DINERO Y NUESTROS EQUIPOS DURAN MAS.

¡¡¡TODO VENTAJAS!!!

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Llega el calor, y con él nuestros precios de consumo eléctrico motivados por el uso de equipos de acondicionamiento de aire.

Con la intención de intentar minimizar el impacto que esto supone en la factura de la luz, avanzamos algunos consejos para sacarle más rendimiento a nuestra instalación.

En primer lugar y como consejo para todos, es recomendable el uso del ventilador. El movimiento de aire provoca sensación de frescor, de hasta un 5% de la temperatura que hay en el recinto. Hacerlo a primera y última hora de la tarde puede suponer arrancar los equipos de climatización más tarde.

Si aún no has adquirido un equipo de aire acondicionado, recomendamos decantarse claramente por un equipo cuya etiqueta energética se A+ o A++. Estos equipos suelen ser un poco mas caros pero a la larga resultan mucho más rentables que otros con otra calificación energética más baja.

Los equipos con denominación “INVERTER” tienen la ventaja de ir dotados de dispositivos de velocidad variable, que permite que el equipo disminuya su potencia frigorífica para adecuarla a las condiciones requeridas en el momento, sin ocasionarle una pérdida de rendimiento significativa, evitando de este modo paradas de funcionamiento y posteriores arranques del compresor, que son los que motivan principalmente los picos de consumo del sistema.

Una vez adquirido el equipo, resulta recomendable que sea instalado en la fachada cuya influencia del sol sea la menor posible (preferentemente en la fachada orientada al norte) o protegerlo de los rayos del sol que puedan incidir directamente en él). De este modo el salto térmico será menor y la potencia necesaria disminuirá.

Ajustar el termostato a una temperatura no inferior a 25º C. La diferencia de temperatura entre el interior y el exterior no debe ser mayor de 12º C, con peligro para la salud, ya que el contraste que supone para el cuerpo humano el tener que adaptar sus condiciones a dos ambientes tan diferenciados pudiendo causar trastornos. Además, el consumo aumenta un 10% por cada grado de temperatura, esto es, cada grado menos de temperatura supone un incremento de consumo de un 10%.

Limpieza periódica de los filtros. La acumulación de polvo y suciedad facilita la aparición de gérmenes y obliga al ventilador a trabajar por encima de lo necesario, forzando su funcionamiento y aumentando el consumo energético. La limpieza es muy sencilla, tan solo con agua y se debe realizar al menos una vez o dos al mes.

Si el equipo dispone de funciones de encendido y apagado automático y otras funciones que contribuyan a aumentar el confort y el ahorro energético, utilícelas. ¡¡Sáquele el máximo partido a su equipo!!

Mantener el termostato alejado de fuentes de calor, como pueden ser lámparas incandescentes, etc. Evitar que los rayos del sol incidan en el termostato para evitar que opere con lecturas falsas, desvirtuando su funcionalidad.

Refrigerar las estancias a primera y última hora del día con ventilación exterior, abriendo puertas y ventanas. Es gratis y colabora para conseguir el enfriamiento de los elementos de la estancia que, al tener mayor inercia térmica, más tardarán en calentarse cuando empiece la sala a coger temperatura.

Evitar que el aire acondicionado esté encendido mientras están abiertas las ventanas y las puertas. Desconectar el aire acondicionado cuando no haya nadie en la estancia durante periodos superiores a 5 o 10 minutos.

Disfrutemos con cabeza.

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